sábado, 21 de abril de 2007

El hombre tiene 23 pares de cromosomas y el número 23 es el que determina el género, la columna vertebral se compone de 23 discos, Julio César fue apuñalado 23 veces, el alfabeto latino tiene 23 letras, según la teoría de biorritmos el mundo sigue un cíclo físico de 23 días, la Tierra tiene una inclinación de 23º y medio, un 23 nació Shakespeare, otro 23 murió coincidiendo con Cervantes, 23 eran los Grandes Maestros Templarios, Michael Jordan triunfó con el 23 en la espalda, como Beckham, en España un 23F hubo un intento de golpe de Estado, la Play3 sale a la venta en Europa, Latinoamérica y Oceanía hoy día… 23, el 23 es uno de los números de la misteriosa secuencia que aparece en Perdidos (Lost), el Titanic se hundió el 15 de abril de 1912 (1+5+4+1+9+1+2=23) y así se podría seguir durante horas.
Como puedes comprobar hay una larga historia alrededor de este peculiar número primo, que cuenta con muchos seguidores y detractores. Así, hay quien se reune días como hoy para celebrarlo mediante cánticos y bailes rituales que posiblemente atraigan tormentas más que otra cosa. Ahora que si de esta forma dejan el cielo despejado y tenemos buen tiempo en Semana Santa, bienvenidos sean estos ritos.
Por todo ello, era cuestión de tiempo que hicieran una película sobre este número tan curioso. La película incialmente se iba a estrenar lógicamente el 23 de marzo pero se ha retrasado a abril. En ella Jim Carrey da vida a un hombre que al leer un libro titulado 23 empieza a darse cuenta de que toda su vida gira alrededor de dicho número, obsesionándose cada vez más. Y es que descubre que en el propio libro se describe su futuro…